23.7.05

Telesur arranca mañana bajo fuego estadounidense

Por: IPS Venezuela




MONTEVIDEO, 23 jul (IPS) Este domingo iniciará sus transmisiones la
televisora continental de noticias Telesur, con la intención de competir en
su propio terreno con las cadenas informativas de Estados Unidos y Europa.

El proyecto Telesur, encabezado por Venezuela, principal accionista,
incluye también a Argentina, Cuba y Uruguay, y estará disponible
progresivamente en las señales locales de cable y por la red satelital
DirecTV, dijo el ministro de Información venezolano Andrés Izarra.

Sin embargo, Izarra advirtió que Washington podría sabotear las
transmisiones, inicialmente de cuatro horas diarias: ”Nosotros tenemos una
capacidad tecnológica limitada, es obvio que Estados Unidos tiene
superioridad (...) No descartamos tener que buscar otros caminos de
distribución de la señal, distintos a la satelital”.

Antes de conocer los contenidos de Telesur, la Cámara de Representantes
de Estados Unidos aprobó el miércoles una enmienda ”preventiva” autorizando
a Washington a establecer su propia emisora, exclusiva para Venezuela, con
el fin de informar ”la verdad” a la audiencia de ese país.

El gobierno venezolano replicó, a través de su embajada en Washington,
que todas las empresas continentales de televisión por cable y satelitales
ya operaban libremente en Venezuela, y que la mayor parte de los medios de
comunicación son privados e inclusive controlados por la oposición.

El promotor de la enmienda, el legislador republicano Connie Mack, del
estado de Florida, afirmó que Telesur ”es una amenaza para Estados Unidos y
trata de minar el equilibrio de poderes en el hemisferio occidental”, y
comparó el proyecto con la televisora satelital árabe Al Jazeera.

La comparación no es casual, ni el temor infundado. Al Jazeera, de
Qatar, y Al Arabiya, con sede en Dubai, desplazaron en poco tiempo a la
estadounidense CNN, a la británica BBC y a otras cadenas occidentales como
principal fuente informativa sobre Medio Oriente.

A Estados Unidos no le gustaría que el fenómeno se repitiese en América
Latina. Y eso es precisamente lo que puede ocurrir, según la experta de Al
Jazeera en asuntos internacionales, Lamis Andoni.

Si Telesur y TV Brasil Internacional (un proyecto similar impulsado por
Brasilia) hacen las cosas bien, ”se convertirán en la fuente principal de
noticias latinoamericanas para todos los medios del mundo”, tal como ocurre
con Al Jazeera en su región, dijo Andoni a IPS.

Al Jazeera ”amplificó la perspectiva árabe y la ubicó en el mapa
mundial. Y también quebró el monopolio occidental en el flujo de mundial de
noticias”, agregó.

Según información de su sitio web, la señal de Telesur llegará a todo
el continente americano, Europa occidental y África del Norte, a través del
satélite NSS (New Skies Satellite) 806.

El director de Telesur, el periodista uruguayo Aram Aharonián, dijo a
IPS desde Caracas que la nueva estación ”es la única alternativa al mensaje
hegemónico con el que nos bombardean desde el Norte”.

En lo político, Telesur representa ”la voluntad de los estados
nacionales de recobrar sus funciones de fomento y generar una propuesta de
televisión masiva que ayude al proceso de integración latinoamericano desde
la diversidad y la pluralidad”, dijo.

Como aliados del nuevo canal, Aharonián enumeró ”los
productores independientes, las televisoras nacionales, regionales,
comunitarias y universitarias”.

¿Y los adversarios? ”Obviamente aquellos que quieren seguir viéndose
con ojos de CNN, de TVE (Televisión Española), de BBC o de la televisión
francesa”, sostuvo.

Andrés Cañizález, investigador de la Universidad Católica Andrés Bello
de Caracas, y director de la revista jesuita ”Comunicación”, dijo a IPS
desde Caracas que el proyecto merece ”el beneficio de la duda” porque
apunta a un problema real: el control estadounidense de las imágenes en
América Latina.

Sin embargo, Cañizález advirtió sobre el riesgo de trasladar al terreno
continental la polarización que la cuestión mediática ha originado en
Venezuela, donde tanto los medios oficialistas como los de oposición llevan
años deslizándose del periodismo a la propaganda.

Landoni, de Al Jazeera, coincidió en la advertencia: ”El único
prerrequisito (para el éxito de la empresa) es que los gobiernos
involucrados permitan un amplio margen de libertad”.

Aharonián informó que Telesur (La Nueva Televisión del Sur, Compañía
Anónima) tiene un capital inicial de 2,5 millones de dólares, con aportes
de Venezuela (51 por ciento), Argentina (20 por ciento), Cuba (19 por
ciento) y Uruguay (10 por ciento).

Telesur tendrá corresponsalías en Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia,
Cuba, México, Estados Unidos y Uruguay.

En este país, de momento el socio más pequeño de la nueva televisora,
la representación de Telesur funcionará en la sede del canal estatal Tveo y
contará con apoyo de la señal pública de cable TV Ciudad, administrada por
la alcaldía de Montevideo.

”El presupuesto inicial --que incluye obras civiles y parque
tecnológico, además de gastos operacionales-- alcanza los 10 millones de
dólares”, agregó Aharonián.

Ese monto ha sido desembolsado por Venezuela, que aporta además otras
facilidades dispuestas por el Estado e instalaciones. La sede central de
Telesur se encuentra en Caracas.

La enmienda aprobada por la cámara baja de Estados Unidos para el
contraataque incluye un paquete similar para su financiamiento: nueve
millones de dólares.

Al Jazeera no especificó a IPS su capital de inversión y operativo,
pero la estación Al Arabiya, sostenida principalmente por Arabia Saudita
para competir con la televisora qatarí, se inició en 2003 con una inversión
de 300 millones de dólares, según informó la BBC.

Las estaciones árabes rompieron el cerco informativo occidental jugando
con sus propias reglas. Pese a ser financiadas por regímenes autocráticos,
ambas organizaciones desarrollaron un esquema editorial pluralista, y se
dedicaron a buscar material exclusivo, con la ventaja de su conocimiento
cultural y geográfico privilegiado.

El concepto de Telesur es multiestatal, lo que involucra la
participación de varias estaciones con sus propias agendas, limitaciones y
conceptos. Sin embargo, la programación de Telesur se mantendrá en una
redacción central, dirigida por el periodista colombiano Jorge Enrique Botero.

”Casi por definición, los medios gubernamentales son instrumentos de
auto-propaganda. ¿Podría Telesur ser una excepción? Es posible, sobre todo
por la presencia de Aharonián y Botero, que demostraron, en su larga
trayectoria profesional, tener sentido de la oportunidad: cada cosa en su
momento y en su contexto”, dijo a IPS la profesora Olga Dracnic.

”De acuerdo a los ideólogos, del Norte y del Sur, defensores a ultranza
del postulado estadounidense del libre flujo informativo, Telesur debería
verse como el ejercicio de esa libertad”, agrega Dragnic, profesora de la
Universidad Central de Venezuela e integrante del Observatorio de Medios.

Lo que para algunos no pasa de una maniobra propagandística del
presidente venezolano Hugo Chávez, para otros --incluido Estados Unidos--
es un proyecto de envergadura en la larguísima marcha hacia un nuevo orden
informativo mundial, iniciada 40 años atrás por la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

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